El 28 de junio marca en el calendario una fecha histórica para el colectivo LGTBI, los disturbios de Stonewall, fecha que recuperamos cada año para continuar la lucha por nuestros derechos.
Lo que comenzó como una rebelión del colectivo contra la represión policial que este sufría en el Nueva York de finales de los 60 pasa a convertirse en una fecha que los capitalistas pueden rentabilizar y utilizar como blanqueo del sistema que les encumbra mostrando la cara “amable” del capitalismo, donde las multinacionales se tiñen de colores durante unas semanas mientras siguen explotando a sus trabajadores y asesinando el planeta.
Pero el espíritu combativo de aquellos que sufrimos la LGTBIfobia desde los barrios, los puestos de trabajo precarios o el desempleo no se deja enturbiar por marcas de alcohol que pintan sus botellas con nuestra bandera. Y así se viene demostrando con cada vez más fuerza en el Estado Español, donde ya existen plataformas alternativas al “Orgullo Gay” dirigido por empresas, Orgullos Críticos que desde Barcelona, Madrid o Sevilla pretenden dar un carácter reivindicativo, combativo y unitario al 28 de junio dando cada año continuidad a una lucha que no está terminada, por más opciones de consumo que nos ofrezcan las empresas. El colectivo LGTBI sigue sufriendo agresiones a pie de calle, violencia en las aulas, discriminación en la sanidad y el mercado laboral; las cabezas gays de las empresas que organizan el “Orgullo Gay” en Madrid nunca serán ejemplo de la realidad de nuestro colectivo. Es por eso que la continuidad de la lucha del verdadero Orgullo pasa por una lucha consciente y organizada contra la LGTBIfobia desde nuestros centros de trabajo, estudios y barrios.
Desde Corriente Roja seguiremos participando de este movimiento por un Orgullo LGTBI, unitario, de clase y combativo contra la opresión de las personas LGTBI, estudiantes y trabajadoras, que vivimos bajo el yugo de un sistema capitalista que aprovecha, fomenta y perpetúa la LGTBIfobia para dividirnos del resto de clase trabajadora y aumentar nuestra explotación.
¡Por un Orgullo unitario, de clase y combativo!
¡Por una Ley LGTBI estatal que nos proteja en la calle, en las aulas, en el sistema sanitario y el mercado laboral!