1/ Ante los resultados de las Elecciones Municipales, y el alarmismo generalizado por el auge de la derecha y la ultraderecha, Pedro Sánchez convocó para el 23 de julio Elecciones Generales. Estas Elecciones adelantadas son una clara táctica del PSOE que, lejos de hacer autocrítica de sus políticas ante el actual panorama de precariedad, quiere salir reforzado mostrándose cómo la única opción para “frenar a la ultraderecha en las urnas”.
El gobierno de PSOE-UP, autoproclamados como “el gobierno más progresista de la Historia”, no han conseguido, en realidad, ningún cambio sustancial que mejore las condiciones de vida de la clase trabajadora, sino todo lo contrario. Han frenado la movilización social presentando una batería de pequeñas reformas, que lejos de atacar la raíz de la precariedad estancada, no dejan de estar al servicio de la patronal, la Banca y la supervivencia del Régimen monárquico.
Por la falta de una izquierda que realmente plantee propuestas al servicio de la clase trabajadora, y consecuentemente la actual perpetuación de la precariedad y la pobreza, las últimas Elecciones vienen marcadas por un descrédito a las instituciones, con el aumento del voto nulo y blanco, y la abstención.
2/ En Catalunya la situación de la clase trabajadora y los sectores más empobrecidos todavía es desoladora. Los salarios siguen estancados frente a una inflación, que a pesar de que en los últimos meses se tenga la sensación que ha parado de subir, la realidad es que se asienta sobre sus máximas históricas. En 2022 los salarios crecieron un 3,75% contra una inflación que de media se situaba al 8%. Además, los salarios de las mujeres subieron cuatro puntos por debajo de la media, evidenciando que todavía es una realidad la brecha salarial. El drama de la vivienda continúa siendo una de las máximas preocupaciones y, aunque la nueva Ley de vivienda plantea la regulación de precios en las zonas de más difícil acceso, la realidad es que los precios siguen estando desorbitados en relación con los salarios, siendo una proeza adquirir una vivienda digna por una gran parte de la población. La media del precio de alquiler en Catalunya se sitúa en los 813 euros, y concretamente en el Barcelonès 1024 euros, 107,88 euros más que en 2022. Desde el gobierno han dejado que sea el mercado con sus intereses quién regule el derecho básico a un techo para todo el mundo.
3/ En este contexto, la CUP a través de un proceso de debate interno, organizando trece asambleas territoriales y dos telemáticas, ha concluido, con la votación de 1300 personas y con el 61% de los votos, volver a presentarse a las Elecciones Generales. Albert Botran y Mireia Vehí volverán a ser las caras visibles de la candidatura.
Con el eslogan «Plantem cara», la CUP se presenta a las Generales con un programa que pone en el centro los principales problemas de la clase trabajadora: la nacionalización de la red de producción y distribución energética, por una Banca pública, la regularización de los precios de los productos básicos, recursos para los Servicios Públicos o la expropiación de viviendas vacías en manos de grandes tenedores y por la construcción de un parque de vivienda pública.
4/ Todos estos puntos enmarcados en el programa de la organización, también los recogemos desde Corrent Roig entre nuestras principales reivindicaciones. Aun así, no podemos olvidar el recorrido de los últimos años de la CUP y su papel en gobiernos municipales donde han conseguido la alcaldía, como en su entrada en el Parlamento de la Generalitat. En todo este proceso, la organización ha pasado de defender la ruptura con el Régimen y sus instituciones a luchar desde dentro para “mejorar la vida de las personas”, asumiendo la adaptación a la democracia burguesa como marco estratégico.
La historia nos enseña que todas las victorias por la clase trabajadora y los sectores oprimidos de la sociedad han sido gracias a grandes luchas que confrontaron el gobierno y el Régimen establecido, como la jornada de ocho horas o el sufragio universal. La lección es que, utilizando únicamente las instituciones sin un movimiento fuerte y autoorganizado desde las calles, nunca podremos lograr la Banca pública, recursos para los Servicios Públicos o resolver el problema de la vivienda. La CUP ha perdido esta perspectiva, en los últimos años y su principal batalla ha sido preparar las próximas Elecciones y lo hace poniendo a los movimientos sociales y a los/las activistas al servicio de las instituciones, donde únicamente se pueden conseguir migajas dentro del sistema establecido. En esencia, esta trayectoria los ha llevado a dejar de lado en el marco programático la lucha en la calle y el fortalecimiento de los movimientos sociales y de l@s trabajador@s como herramienta principal para combatir la ultraderecha y obtener las mejoras para el conjunto de la clase trabajadora.
5/ Por otro lado, nos encontramos que no solo abandona la construcción de un movimiento fuerte y continuado en las calles para conseguir sus demandas, sino que también abandona todo su carácter rupturista y de desobediencia hacia el Régimen y la Unión Europea. No tendremos victoria sin enfrentar este Régimen monárquico, enemigo de la autodeterminación y los derechos democráticos, al servicio de la UE, la patronal y la Banca, que únicamente permite hacer cambios exprés en la Constitución si es para priorizar el pago ilegítimo de la deuda por encima de la financiación de los Servicios Públicos (artículo 135 de la Constitución); y que rige una Ley electoral antidemocrática donde no tenemos espacio los partidos pequeños, como nosotr@s. Tampoco si no extendemos la lucha para acabar con esta Unión Europea, máquina de guerra contra l@s trabajador@s y los pueblos, encargada de dictaminar los recortes en los Servicios Públicos básicos para el rescate de la Banca. Son dos elementos centrales de combate si queremos destinar los recursos y el capital hacia las necesidades sociales y no hacia los grandes capitalistas. La CUP, poco a poco ha dejado de lado este horizonte estratégico, imprescindible para conseguir el conjunto de reivindicaciones de su programa.
Justamente porque compartimos la emergencia de la situación actual, necesitamos más que nunca un programa que marque un plan de lucha para hacer frente a la patronal, la Banca y la Unión Europea, y que meta las instituciones en el servicio de este proyecto de movilización haciendo de altavoz de las luchas y mostrando el carácter antidemocrático del Congreso de Diputados. Hoy en día la CUP ha abandonado este enfrentamiento adaptando sus exigencias a la lógica del posibilismo de las instituciones burguesas. Los máximos exponentes de todo “lo que es posible”, que no deja de ser la gestión de las migajas, han sido el gobierno de PSOE-UP.
6/ Porque la disyuntiva entre socialismo o barbarie es más real que nunca, y no podemos continuar posponiendo la esperanza de un cambio en un voto cada cuatro años a programas y estrategias que han abandonado la lucha y tienen el eje en propuestas de leves mejoras ante un panorama de miseria y de pérdida de derechos que avanza sin freno, desde Corrent Roig entendemos a todas las compañeras que miran con desmoralización y cansancio estas Elecciones. Por esta razón entendemos el voto nulo el próximo 23-J, como un voto de protesta y de denuncia de estas instituciones y la falta de una opción de voto clara de izquierdas. Aun así, y más en el contexto actual dentro de las propuestas de voto en Catalunya, también optamos por un voto crítico a la CUP, ya que a pesar de todo lo anterior y el análisis de falta de compromiso con la lucha y la pérdida del carácter rupturista, es la opción que recoge las principales demandas de la clase trabajadora.
7/ Necesitamos poner en el centro de la lucha unas condiciones laborales dignas. Combatir el desempleo, la derogación de las Reformas Laborales y salarios dignos con la actualización obligatoria con el IPC. La defensa de los Servicios Públicos, recursos por una Sanidad, Educación y pensiones 100% Públicas y de calidad. La regularización de la población migrante. La defensa de los derechos de las personas oprimidas por machismo, racismo o LGTBIfobia, etc… Combatir el problema de la vivienda, ningún desahucio sin alternativa residencial, por un parque público de viviendas por la expropiación de los pisos de la Sareb y la Banca. ¡Por la derogación de la Ley Mordaza y por el derecho a la autodeterminación de los pueblos, por una Unión Libre de Repúblicas Socialistas Ibéricas!
Y sabemos que todo esto no es posible sin la expropiación de los sectores estratégicos de la economía y la Banca, por una economía planificada según las necesidades sociales y la sostenibilidad ambiental. Y sin enfrentar a la Unión Europea, máquina de guerra de l@s trabajador@s y los pueblos; no al pago de la deuda por una Europa socialista de los y las trabajadoras y los pueblos, ¡fuera de la UE y el euro!
8/ Y sabemos que todo esto no puede conseguirse sin un plan de lucha. Porque el gobierno que salga NO resolverá los problemas de la clase trabajadora ni parará el avance de la ultraderecha. Habrá que organizar la lucha desde los barrios, en las asociaciones de vecinos, en las empresas con la autoorganización de los y las trabajadoras, en los institutos impulsando las asambleas de estudiantes, desde espacios que luchan por una vivienda digna… ¡para poder hacer frente a la creciente precariedad y la ultraderecha!
La clase trabajadora no podemos dejar la transformación social en manos de instituciones serviles a las empresas y el Régimen del 78 y la UE. Desde Corrent Roig trabajamos para construir una salida obrera y revolucionaria a la crisis. Te invitamos a construirla con nosotr@s.