El FMI, la UE, Gobierno y patronal celebran la «recuperación económica». Para ellos son más beneficios, para nosotros más precariedad laboral y social. El año 2017 las empresas del IBEX 35 ganaron más de 40.000 millones, 16% más que el anterior. Y entre 2016 y 2017, el 1% más rico, el que concentra en sus manos el 25% de la riqueza, acaparó el 40% de la nueva riqueza creada, mientras el 50% más pobre sólo alcanzaba el 7% (datos de Intermon Oxfam).
Sus beneficios son nuestra precariedad
Dicen que crean empleo. En realidad, promueven la eventualidad y el trabajo a tiempo parcial, los empleos-basura. Hay 2,8 millones de subempleados a tiempo parcial, la mayoría mujeres. Sólo el 3,4% de los nuevos contratos son indefinidos y a tiempo completo; el 90% son eventuales y con una duración media de 52 días.
La precarización es tan grande que trabajar ya no salva de la pobreza. Tenemos 2,4 millones de trabajadores pobres y cada año aumenta su número. Eso, sin hablar de los trabajadores inmigrantes, gran parte de los cuales ve negados sus derechos básicos por la Ley de Extranjería.
Y mientras un tercio de los hogares depende de las pensiones de los mayores, el Gobierno reduce cada año su poder adquisitivo. Eso, cuando más de la mitad de las pensiones están por debajo del salario mínimo y la media es de 930 €. Encima, el próximo año quieren aplicar el «factor de sostenibilidad» para recortar drásticamente las nuevas pensiones.
Ya llevamos en estas fechas 11 asesinatos de mujeres, ante la burla de un «pacto de Estado» sin fondos para proteger a las mujeres maltratadas y amenazadas.
Los desahucios, ante la inoperancia de los «ayuntamientos del cambio», no bajan, empujados por la subida brutal de los alquileres, los salarios miserables y un parque público de viviendas ridículo. El año pasado hubo 60.000 desahucios y en este van a más, mientras los fondos buitre y los especuladores, mano a mano con los bancos, se quedan con las viviendas. En Sanidad y la Educación, en lugar de revertir los recortes que mutilaron los servicios, los mantienen y aún profundizan.
La deriva autoritaria del régimen monárquico
Esta política del Gobierno y sus aliados, dictada por la Unión Europea y al servicio de banqueros y grandes empresarios, va de la mano de una deriva autoritaria muy grave del régimen monárquico, que muestra a las claras su naturaleza de heredero del franquismo.
Esta deriva, encabezada por el Rey, se dirige en primer lugar contra el independentismo catalán, en una campaña vengativa de represión que busca imponer un castigo ejemplar a Cataluña por haberse atrevido a ejercer su derecho a decidir el pasado 1 de octubre. Por eso mantienen el 155, procesan alcaldes, mantienen a dirigentes independentistas en prisión preventiva de manera injustificada y fabrican artificialmente delitos de rebelión y malversación. Una fabricación tan burda que hasta el tribunal alemán de Schleswig-Holstein ha cuestionado la euroorden de extradición del juez Llarena, sacándole los colores al régimen.
Pero no es sólo Cataluña, la oleada represiva afecta a todo el Estado. Los casos de Altsasu (donde han calificado una pelea de bar como delito de terrorismo y piden 375 años de cárcel para ocho jóvenes) o el de Tamara Carrasco (la joven catalana de los CDR a la que el fiscal acusa de terrorismo y rebelión por cortes de tráfico) muestran que cualquier delito por alteración de orden público puede convertirse en delito de terrorismo, en base a los cambios en el Código Penal aprobados por el PP-PSOE. Hay 300 sindicalistas encausados en aplicación del artículo 315 del Código Penal. En base a la Ley Mordaza han dictado prisión para raperos por sus letras, han detenido a 73 personas por sus comentarios en las redes sociales, han encausado a más de 60 por «enaltecimiento del terrorismo» y han impuesto, sólo en 2016, 34.000 multas y 19.500 sanciones.
Indignación social de un lado y colaboracionismo por otro
Ante esta situación la indignación social crece. Se vio el 8 de Marzo y se ve en las manifestaciones de las Mareas y Coordinadoras Pensionistas, las movilizaciones en Murcia y las huelgas dispersas. Se ve en la manifestación multitudinaria de Pamplona por los jóvenes de Altsasu y en la de Barcelona por la libertad de los presos políticos y contra la represión.
Si la situación se mantiene es por el colaboracionismo descarado del PSOE, pilar del Régimen junto al PP (que ahora vive horas bajas frente a C’s, que aspira a sustituirlo como representante de la derecha). En cuanto a Podemos, se muestra impotente, ajeno a las luchas y sólo preocupado por su suerte electoral.
Si la situación se mantiene es también por la burocracia de CCOO-UGT que, en lugar de impulsar la movilización para recuperar salarios, derogar las reformas laborales del PP y del PSOE y enfrentar la represión, paraliza las luchas y da oxígeno al Gobierno con los vergonzosos pactos sobre el Salario Mínimo y el de empleados públicos. En pensiones, han entrado en disputa contra las Mareas y Coordinadoras Pensionistas, intentando reconducir y ahogar el movimiento dentro del Pacto de Toledo y en el cuadro de la reforma de Zapatero.
Construir desde la calle una salida obrera y democrática
Este 1º de Mayo tenemos que salir a la calle junto al sindicalismo combativo, las Marchas de la Dignidad, las Mareas y Coordinadoras en defensa de las pensiones públicas, con los movimientos sociales, para arropar las luchas en curso y unificar fuerzas. Para construir al calor de esas luchas una salida obrera y democrática que rompa el círculo vicioso que esteriliza las luchas al conducirlas al terreno de las elecciones y del juego parlamentario en el seno de una monarquía que juega con las cartas marcadas al servicio de los capitalistas y los capitostes del régimen. No habrá cambio social, ni cambio económico, ni cambio político, sin construir desde la calle, las empresas y los centros de estudio una salida de clase que rompa esas reglas del juego.
-Contra la precariedad: ¡Por la derogación de las reformas laborales del PP y del PSOE!
-Por salario y pensiones mínimas de 1.084 € y revalorización automática con el IPC.
-Por unas pensiones garantizadas por el Estado: ¡Derogación de las reformas del PSOE-PP!
-Libertad de los presos políticos: ¡Fuera el 155! ¡Cataluña tiene derecho a decidir!
-Libertad de los jóvenes de Altsasu, Alfon y los presos por luchar: ¡Derogación de la Ley Mordaza!
¡Fuera Rajoy y la Monarquía!
Solidaridad internacionalista
Y como Día Internacional de la clase obrera, tenemos también que juntar fuerzas solidarias con los trabajadores de Francia en lucha contra los planes antiobreros de Macron; con el pueblo de Palestina, masacrado por el sionismo israelí; con el pueblo mártir de Siria, ahogado en sangre por la dictadura genocida de Bashar al-Ásad con apoyo de Rusia e Irán; con el pueblo de Nicaragua, reprimido y tiroteado por la dictadura de Ortega.
¡Proletarios de todos los países, uníos! ¡Viva el 1º de Mayo!
24/04/2018
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