El proceso de privatización de la Sanidad Pública es una clara evidencia de las políticas de PP y PSOE de desmantelamiento del Estado del bienestar. En Andalucía, siguiendo su plan de ir “externalizando” primero los sectores no sanitarios (limpieza, cocina, auxiliares administrativos, celadores…), le está tocando el turno ahora al mantenimiento de los hospitales públicos del SAS a través de una orden consensuada entre PSOE, CCOO, UGT y CSIF.
Por Antonio, de Sevilla
Los trabajadores de mantenimiento llevan años luchando por la continuidad del sector como público, por la especialización y el futuro de las categorías, para que se regularice la contratación, se cubran vacantes, se normalice la bolsa de trabajo y se convoquen oposiciones con garantías. Después de meses de una importante movilización unificada y coordinada a nivel andaluz, los sindicatos mayoritarios, fieles al gobierno y sus subvenciones, pasando por encima de las Asambleas y acampadas y desobedeciendo la tabla reivindicativa avalada por más del 80% de la plantilla, culminaron una nueva traición condenando al sector a la privatización, a despidos y eliminación de categorías.
Demostrando una gran firmeza y dando continuidad a un modelo de lucha unitario y de base, uno de los buques insignia de la movilización, el hospital Virgen del Rocío de Sevilla, lejos de rendirse y desmoralizarse, decidió seguir adelante. Un sector importante de quienes están al pie del cañón ha roto con los sindicatos firmantes y, descartando la opción de tirar al niño con el agua sucia, se han puesto a la cabeza de la construcción de una nueva Sección Sindical, vinculada al sindicato Cobas. Buscaban un sindicato para pelear por sus derechos, donde decidan las Asambleas y donde no haya cúpulas que firman acuerdos y EREs, que sea 100% independiente de los gobiernos y sus dineros, que esté al servicio de unificar las luchas para enfrentar los recortes.
Se están organizando mediante asambleas unitarias, taller a taller eligen representantes revocables, cuentan con planes de movilización, se encuentran en contacto con otros sectores del hospital y con otros hospitales andaluces para extender su experiencia, están preparando denuncias e impugnaciones contra las vergonzosas irregularidades que sufren (permitidas por la complicidad de la burocracia sindical), llevan sus exigencias a los grupos parlamentarios y a los medios de comunicación y han encabezado diferentes marchas unitarias con otras luchas obreras y también estudiantiles, con la certeza de que el camino para la victoria pasa por la unificación de las luchas y por la construcción de una alternativa a la burocracia sindical.
Este sector puede ser determinante en la unificación de las luchas y funcionar como motor en la construcción de un referente que sirva de faro para otros sectores que se encuentran huérfanos, caminando hacia la reconstrucción del sindicalismo de clase, combativo y democrático. Se trata una cuestión vital para la clase trabajadora en una situación de crisis como la actual donde se avecinan más ataques. Evidentemente los compañeros de mantenimiento no tienen toda la responsabilidad en tamaña tarea, pero desde luego están asumiendo con entereza la parte que les toca.